LA PAYADA DE LA SEMANA
El payador anduvo por Punta del Este  e hizo de la suyas
 
Anduvo en Montevideo
el payador de la Villa
no fue tarea sencilla
la que allí emprendió
por eso es que sudó
del sobaco a la rodilla
 
Una cuestión societaria
hizo que cruzara el río
labura para el estío
y ya cueste lo que cueste
rajó a  Punta del Este
y por eso, me sonrío.
 
Transmisiones en cadena
entre la Villa y Punta
una tarea conjunta
con amigos uruguayos
que después de los ensayos,
trabajaremos en yunta.
 
Fue a cenar a La Bourgogne
un lugar maravilloso
allí se sintió dichoso
disfrutando del ambiente
hay un mundo diferente
y hasta se puso mimoso...
 
Una bella camarera
uruguaya y sonriente
trataba en forma evidente
de seducir al cantor...
No podía ser mejor
por que el estaba... caliente
 
Su nuevo socio entendió
las urgencias del cantor
más le pidió por favor
que no perdiera el avión,
sabiendo que la pasión
lo desborda al payador.
 
Por cierto todo se dio
como debería darse
fueron los dos a... acostarse
al Solanas de la Ruta
la verdad era una p...
y bien sabía hamacarse.
 
El payador no olvidó
la promesa realizada
y salió de madrugada
a Carrasco, sin escalas
iba a tomar el con alas
y a escribir su payada.
 
Y ya de vuelta en la Villa
encaró para su rancho,
iba a dormir como chancho
por que venía agotado
pero se había olvidado
a la pequeña en el gancho.
 
Lo recibió muy contenta
con el rancho impecable
había pagado el cable
y llenado la heladera
Y ni hablar de su tronera
que siempre está formidable.
 
¡Cuán profundo es su amor! 
Me siento anonadado, 
ser bien querido y amado 
por una hembra hermosa 
con fulgores de una diosa 
de tan límpido pasado. 
 
El payador la venera 
tanto como a un güen asao 
o pollo bien desplumao 
dorándose en la parrilla 
mientras le hace cosquilla
a la rubiecita de al lado.  
 
Se expresa en vocabulario 
sutil, de princesa rusa 
mientras le muestra su trusa 
impoluta, con aromas 
portando tremendas gomas
que le parten la cucusa.
 
Ante esta diosa ¿qué quieren 
que haga este payador? 
¿Ir a arrancar una flor 
y ponerla en un florero,
o hacer como el buen torero
un amague ganador?.
 
La cosa viene jodida
entre el placer y la duda
la pendeja es macanuda
pero pretende “juntarse”
la cuestión es animarse...
una cuestión peliaguda.
 
El payador es amante
del canto libre y por eso
aunque le coman el seso
es arisco pal’collar
Nunca lo van a enlazar
el odia sentirse preso.
 
Después de la explicación
levanto al aire la gola
hasta el cielo, vola y vola
y se engancha en una estrella
la bajo para una bella
linda cara y mejor cola.
 
Y dejando a las nenas
vuelve a meterse en el barro
el caballo lleva al carro
y no camina detrás
sabiendo lo que esperás
dispara a boca e’jarro.
 
Los dementes muy pequeñas
(el error es exprofeso)
le sacan merda a su seso
para pegarle al gobierno.
Se calientan en invierno
y no mastican ni un peso.
 
Amargados porque todo
anda bien, a ritmo intenso
putean, prenden incienso
por cierto están muy chivos
los que antes eran divos
ahora van al descenso.
 
Calumnian como argumento
mienten como actividad
A su jeta, la verdad
le golpea diariamente,
es un impacto evidente
que le dio la sociedad.
 
Al payador lo provocan
y él no les da pelota
toda mierda le rebota
y no se prende ni en pedo.
Hace “Faquiú”, muestra el dedo
y sigue haciendo su nota.
 
Una cosa he aprendido
por estos mundos de Dios, 
me di cuenta que al arroz 
hay que comerlo en su punto, 
y pa´ hacer un contrapunto 
al menos, han de ser dos. 
 
Pa cantar, amigos míos 
hay que afinar l´estrumento, 
si el lechón a fuego lento 
bien asao es un primor, 
la guitarra e´l payador 
se afina en un momento. 
 
Luego hay que limpiar la gola 
con sorbo de güena añeja 
y tras mojarle la oreja 
al pobrecito adversario 
cantarle el abecedario 
y ablandarle las mollejas. 
 
Hubo por anquí algún rey 
muy asentao en su trono, 
él imponía su tono 
despreciando a otros cantores, 
abdicó de sus honores 
y se jué pal abandono. 
 
Siempre hay que querer ser más, 
es una peste ser menos, 
pero terrenos ajenos, 
han de ser bien respetaos 
que el pisar otros sembraos 
no conduce a nada güeno. 
 
Nos vemos en unos días
el payador se retira
nunca conoció la ira
y menos esta semana
pues calentita en la cama
la vecinita, lo mira.