Porque la vida continúa

POEMAS SIN DUEÑA

 

Miradas

Aquél día
Que nos vimos
En los ojos.
Nuestras mentes
Conectaron para siempre
Ahora bajamos la vista diciendo:
No es verdad

 

Luminosidad

Con pasar mi mano
Por todo tu cuerpo.
Sólo con eso.
Desprenderé luz
Cómo una estrella.

 

Comunicación

Es magia
O que es.
Qué
Por nuestras cabezas,
Pase la misma
Onda.

 

Certeza

Sé que va a suceder
Pronto
Nuestros cuerpos
se fusionarán.

 

Apocalipsis

Te amaré
Hasta la aniquilación.
Serás mía
Hasta que la última
Montaña
Sea arena.

 

Dale

Tienes que ser tú
La que dé el primer paso.
Yo esperaré a que seas tú.
Te juro que esperaré.
Y  si no lo das
Tendré que darlo yo.

 

Desesperación

Ya no puedo más
Me estoy muriendo
De ganas
De contar uno por uno,

Tus cabellos

 

¡Mierda!

Yo te diría:
Dale, vamos
Pero tengo  tanto miedo
De que me digas  que No
Como     que me digas que Sí.

 

Eso

Yo no te hablo
Para que me escuches,
Ni para que sientas
El poder de mi mente.
Lo que yo quiero
Es que me desees...
Y tú lo sabes.

 

Pasado

Me arrimo a ti
en una calle estrecha
y dejo pasar la sombra
que nos viene siguiendo.

 

Llamado

Ven esta noche,
ven todas las noches,
ven con los pies descalzos,
con tu alma desnuda,
con la sed encendida.

 

Imaginación

Imagino nuestras bocas abiertas,
fieras en acecho
hacia donde no hay cauce
ni lastre, ni nubes de prestigiosos oficios
que frenen el bálsamo de las palabras.
Allí donde la certeza se ahueca
y tensa la duda,
porque no todo se puede nombrar.
Porque no todo se puede callar.
Nuestra centelleante habitación de hotel
podrá olvidar las pulcras sábanas,
la tierna cabecera,
los delicados años de tu cuerpo
creciendo entre mis labios,

pero nunca negará nuestras palabras,
nuestros gemidos, nuestras quimeras.

 

Propuesta

Te propongo algo,
quiero que se olviden reglas,
prejuicios y tabúes de los tiempos.
Te invito a la orgía de la comprensión,
a la salvación que creías imposible.
Que nuestros sentidos
sean maleducados pero sensuales,
que ondulen y perviertan;
que den y quiten obsequiando,
que suban y bajen,
que entren y salgan,
para que vuelvan a renacer los deseos.
Aprovechemos cada quién de cada cual;
complementemos al placer y a la mirada,
pero inexorablemente uno dentro del otro,
salvajemente juntos.


Ahora

Ahora que ya pasó

la euforia y no pasó.

Ahora que ya sabemos

que no es verso o simpatía.

Ahora

que no es levante

ni chichoneo.

Ahora que no es

ni que minón

o que buen tipo

ni qué preguntón…

Ahora te escribo esta poesía,

como las de antes o mejor.

Ahora te digo,  apuesto firme

sin rezagos ni ayunos,

sin paréntesis ni escenarios,

con esmero amor y confianza.

Apuesto a vos…

a un nosotros.

Y cuando digo apuesto,

digo / pienso me gustás,

me volvés loco,

me hacés feliz,

puedo hacerte feliz.

Al menos voy a tratar.

Con palabras con esmero,

con caricias con amor,

con un yo mismo sin más.

Porque más no tengo que esto

mas no tengo que lo ya visto

y lo no visto aún.

En contrapuesta escena,

cuando digo nosotros,

no lo pienso.

Lo siento al mirarte

fijo a los ojos

o cualquier parte,

al tomar tus manos.

Cuando digo nosotros

no digo vos yo y viceversa.

Digo nosotros.

Vos y yo juntos

peleando por la misma camiseta,

jugando de arco a arco contra el mundo,

a viento y marea,

a sol y sombra,

a blanco y negro.

a river boca.

 

Ahora que ya pasó

la euforia y no pasó,

te repito mi apuesta aun no ganada.

Un nosotros sin bemoles ni portales,

sin caminos escabrosos.

Un nosotros como siempre,

como nunca.

Un nosotros - a secas -

Un nosotros.

 

ATRÁS   ADELANTE