La historia es otra, pero siempre la misma
POEMAS SIN DUEÑA

 

¡AY!

Ay! que diosa, más hermosa,
Ay! que pelo, más salvaje,
Ay! que ojos, tan preciosos,
Ay! que labios, tan sensuales,
Ay! que cuello, tan deseado
Ay! que hombros, tan mirados
Ay! que senos, tan perfectos,
Ay! que manos, tan finas,
Ay! que dedos, tan largos,
Ay! que cintura, tan estrecha,
Ay! que cadera, tan soñada,
Ay! que pubis, tan oculto,
Ay! que piernas, tan preciosas,

Ay! que mujer tan mujer

¡Ay! que hombre, tan caliente

 

Canción

Sos como una canción

a veces de cuna

regalándome ese abrazo

ese pecho que todo abarca

todo cobija.

Otras veces sos

como una canción de boliche

colmada de frenesí y simpatía

repleta de movimiento

Otras tantas

sos como una balada

un tango que recorre

muchas  infinitas palabras

pero la canción

que más adoro que seas

es esa en la que tus labios

tus ojos  tus manos

entonan sin bemoles

esa dulzura intacta y tan tuya.

 

Estoy

Sigo ahí,

Recostado en tu pecho,

disfrutando tus caricias.

 

Sigo ahí,

acariciando tu espalda

respirando tu cuello,

rozando tu piel.

 

Sigo ahí,

mirándote a los ojos

viéndonos de cerca

muy de cerca.

 

Sigo ahí

inhalándote absoluta

desplegándome pleno

absorbiéndote íntegra,

sigo ahí.

 

Dudas

Hay días en que me encuentro dubitativo

vacilando entre tu recuerdo y la caricia actual

y no es que te reproche que el pasado supera al presente

o que las cosas han cambiado

porque en verdad que siento como antes

aunque diferente de pies a cabeza.

 

Sin embargo hay días en que me encuentro tironeando

entre aquel inicial recuerdo tuyo

y este presente pluscuamperfecto

pero no hay que alarmarse, no

que quede bien en claro que te quiero más que a nada

y que estirar mi brazo en las mañanas

y toparme con tu cuerpo es lo mejor que me ha pasado.

 

Sin embargo hay días en que dudo

entre tu recuerdo y nuestro presente

y creo que se trata nada más ni nada menos

que de un cuestionamiento simplista:

antes te anhelaba como a nada del mundo

y ahora es profundamente dolorosa

la más mínima imagen de perderte.

 

Piel

Sombra que en mis noches
no quiere desprenderse de la luna
Y la luna...
me mira y me mira fijamente
Cuando miras así
la sombra se desprende
y te veo desnuda.

 

Escribir

Dos poemas hoy escribo,
uno para mi alma,
otro para mi calma,
otro día que estoy vivo.

 

Testigo

De mi tiempo es testigo
sólo el paso de los días,
y me repliego en poesías,
siento, escribo y sigo.

 

Vértigo

A menudo me toca jugar
Con la soledad o el olvido
Da igual cerrar las puertas
Abrir las ventanas
Hacer puentes donde no hay ríos
Cobrar un sueldo y pagar los impuestos
Ir a misa
O escuchar un discurso presidencial
Salir a la calle
O pegarse un tiro en la cama
A menudo  uno se encuentra
Con enjambres
Con ídolos que subastan sus propias cataratas
Y beben en su propio boliche.
Arco iris de mostaza
Territorios prometidos sin peones
A menudo quisiera derrocar el alfabeto
Darle golpe de estado a las vocales
Botar las cáscaras de las consonantes
Darle amnistía a los adjetivos
Y beber la clorofila de los verbos
Desnudarlos
Habitarlos de principio a fin
Diseminarlos en felpas de aserrín
Vomitar el destino en el mar
Llevar el silencio a vitrinas póstumas
Deshacer el nudo de las encíclicas
Remover los sepelios y las sombras de las miradas
Habitar la memoria
Despedirse diariamente del mundo
Quemar los anticuarios
Disfrazar el óxido de la melancolía
Ignorar la piedra pómez de las ofertas electorales
Excavar en el agua
Hasta sorber en su totalidad
La ebriedad del planeta…

 

Ausencia

Hice muchas cosas:

Te pensé todo el tiempo.

Te extrañé como nunca.

Recordé cada palabra que dijiste.

Miré tu foto,

leí todos tus mensajes...

Cuando logré desocuparme de estas tareas

me hice un tiempito para:

Pensar en llamarte por teléfono,

pero no quería molestarte.

Imaginarte aquí conmigo,

escribirte esta poesía...

Te cuento todas estas cosas

para que veas que soy un hombre independiente

que no está pendiente de vos.

 

Desayuno

Me gustás cuando decís las cosas que decís,
cuando me escribís un mensajito,

cuando te llamo por teléfono, y escucho tu voz,

que me conmueve,
o cuando espero una señal de tu existencia,
y cuando me despierto con sueño a la mañana por tu culpa,

también me gusta.
Me gustás más cuando coincidimos en todo
y cuando festejamos el primer día aunque no comamos torta,
o cuando sos feliz

y se te nota,
o cuando sos genial

con una frase que lo resume todo,

o cuando me decís ¡vida!,  y yo respondo ¡amor!
o cuando me mandás un beso y lo recibo.
Pero aún me gustás más,

tanto que casi no puedo resistir

lo que me gustás,
cuando, llena de vida, te despertás
y lo primero que hacés es decirme:
“Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar con vos el desayuno”

 

Casa

Te cuento que acá no existen

la deuda externa

el costo beneficio

Las mentiras del INDEC

ni el impuesto al amor

NO existen ni las mareas ni los huracanes

tampoco terremotos ni los contratiempos

Las diez

dos mil cuatro minutos horas segundos terceros cuartos cuartetos

febrero marzo de 2011 3000

Argentina Júpiter

peronista radical ¡que importa!

de las puertas para adentro no hay números

distancias carteles banderas

de las puertas para afuera los demás

de las puertas para adentro vos y yo.

 

Sigo

Sigo ahí,

acariciando tu espalda

respirando tu cuello,

rozando tu piel.

 

Sigo ahí,

mirándote a los ojos

viéndonos de cerca

muy de cerca.

 

Sigo ahí

inhalándote absoluta

desplegándome pleno

absorbiéndote íntegra,

sigo ahí.

 

Dudas

Hay días en que me encuentro dubitativo

vacilando entre tu recuerdo y la caricia actual

y no es que te reproche que el pasado supera al presente

o que las cosas han cambiado

porque en verdad que siento como antes

aunque diferente de pies a cabeza.

 

Sin embargo hay días en que me encuentro tironeando

entre aquel inicial recuerdo tuyo

y este presente pluscuamperfecto

pero no hay que alarmarse, no

que quede bien en claro que te quiero mas que a nada

y que estirar mi brazo en las mañanas

y toparme con tu cuerpo es lo mejor que me ha pasado.

 

Sin embargo hay días en que dudo

entre tu recuerdo y nuestro presente

y creo que se trata nada mas ni nada menos

que de un cuestionamiento simplista:

antes te anhelaba como a nada del mundo

y ahora es profundamente dolorosa

la más mínima imagen de perderte.

 

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