Todo cabe en un 
				orgasmo y en 140 caracteres sabiéndolo acomodar
				CUENTITOS PARA EL TWITTER
				
				Incrédulo
				Se introdujo en la máquina del tiempo. Las coordenadas fueron 
				buenas pero el destino fue trágico. Todo falló por culpa de su 
				incredulidad.
				
				Nena
				La niña mira a Picasso, mientras dibuja y va creando figuras, 
				superficies y planos. Y le dice: ¡Papá, tu dibujo se parece 
				mucho a los míos!
				
				Perfeccionista
				“Fumar mata”. Desde que lo leyó, el asesino serial ha afinado su 
				técnica: no más de un cigarrillo por víctima.
				
				Expectativas
				Para no sembrar la duda y desconfianza en su corazón (tengo mis 
				aventuras entre paréntesis).
				
				Frustración
				Entré a la oficina del rector y le grité: ¡Métete mi título de 
				periodista en el culo!
				No pudo. Tenía los de otras carreras más importantes. 
				
				Placer
				Ella reía de quienes la consideraban solitaria, mientras gozaba 
				con su cinco incansables amantes: Pulgar, Índice, Mayor, Anular 
				y Meñique. 
				
				Caléndula
				Hoy hizo tanto calor, que del purgatorio enviaron almas 
				castigadas por mal comportamiento.
				
				Nuevamente
				La muerte lo sorprendió con una bala: no pensaba que pudiera 
				morirse más que lo que ya había muerto el año pasado.
				
				Invento
				Construyó una máquina para viajar un siglo hacia el futuro y el 
				artefacto funcionó muy lentamente:Tardó dos siglos en llegar a 
				su destino
				
				Terrible
				El ciego de nacimiento abrió los ojos y el terror iluminó todo 
				su ser
				
				Primavera
				Esas no son golondrinas que vuelven desde lugares perdidos: son 
				mis besos, que al no encontrar tu boca, negrean el cielo 
				buscando su nido.
				
				Vocación
				...entonces el poeta acabo su cuento, descubrió que a través de 
				historias, podía recorrer, más mundos de los que le limitaba su 
				poesía, entonces se sumergió en sus historias y hasta el día de 
				hoy de el nada se sabe....
				Los de siempre, 
				pero distintos
				CORTITOS Y AL PIE
				
				Destino
				Ahí, parado en el escenario, el pirata se dio cuenta que nunca 
				más actuaría como actor. Consagró su vida al disfrute de 
				placeres tan simples como matar al enemigo, quedarse con su oro 
				y disfrutar de sus mujeres.
				Terminaba sus días buscando vientos que lo llevaran al 
				horizonte, siempre impune, siempre un instante antes que se 
				bajara el telón.
				
				Raje
				Si lees esta nota, me habré ido. Siento tener que decírtelo así, 
				fríamente, con unas letras garabateadas. Me hubiera gustado 
				estar aquí cuando llegaras, pero después de lo que hemos hablado 
				por teléfono creo que es mejor así. No se donde voy a ir, ni 
				cuanto tardaré en volver. No me esperes y haz lo que tengas que 
				hacer. Cuídate, y cuida a nuestro hijo, aun no nacido. Quiero, 
				sin embargo, que sepas una cosa, hoy salgo a buscarte tu mousse 
				de limón y kiwi, pero en adelante, intenta que tus antojos sean 
				más normales, cariño. Muchos besos. Hasta ahora.
				
				Mensaje
				Lanzó más de un centenar de mensajes en botellas. En cada uno 
				escribía el sueño de esa noche, o un anhelo cristalizado en 
				palabras. Entonces se sentó a esperar, jugando con la arena, 
				sintiendo que las gaviotas se burlaban de él desde lo alto. Y 
				hubo noches, y hubo días. Alguna vez recuperó alguna botella, 
				vacía, sin contestación. En una ocasión, desesperanzado ya, nadó 
				hacía un reflejo del mar creyendo que le habían devuelto una de 
				sus misivas: descubrió que en la botella sólo estaban sus 
				palabras. Así que se contestó a si mismo, y lanzó la respuesta 
				al mar
				
				La fórmula exacta
				Los científicos observaron los resultados que había 
				proporcionado la computadora. Repasaron los cálculos y, tras 
				asegurarse que todo estaba bien, volvieron los ojos a la fórmula 
				obtenida. Se miraron en silencio, hasta que uno se atrevió a 
				hablar.
				- Así que éste es el secreto de la mente humana; la fórmula que 
				encierra todos los misterios del cerebro del hombre: su 
				comportamiento, sus dichas, sus pesares...
				No pudo acabar la frase. Avergonzado, empezó a llorar, apartando 
				la vista de los otros.
				- ¿Qué te ocurre? - le preguntaron
				Él miró a sus compañeros y a la fórmula:
				- No lo sé – dijo sollozando.
				
				Loco
				Es el loco del pueblo y no le hacemos caso, todos tan ocupados 
				en nuestras cosas. Siempre persigue mariposas que sólo él ve, y 
				las explica, con sus colores y formas de ojos y antifaces. Los 
				domingos regala claveles de papel y cartón a las chicas que 
				pasean por la calle, y cuenta a quien quiere oírle que él trajo 
				el agua a la ciudad hundiendo una rosa roja en el lomo de una 
				ballena. Los niños pequeños le tienen miedo, y se esconden tras 
				sus madres. Sólo alguna abuela, que le conoció de niño, le 
				dedica una sonrisa amable.
				
				Fiebre
				Caí en un estado febril causado por la gripe y se me llenaron 
				las noches y los días de sueños ácidos, de sonidos moviéndose y 
				colores aullando. Cuando el sudor y la ausencia de tiempo se 
				funden, el alma y la materia se reconcilian por fin, y sólo 
				queda esa extraña sensación como de estar cayendo, hundiéndose 
				de espaldas en un mar denso y blando. Perdido en mi paraíso 
				virósico , esperé que se me mostrara mi animal totémico para 
				guiarme hasta la luz y el conocimiento, pero lo cierto es que 
				los antibióticos funcionaron antes de que alcanzara la 
				sabiduría. 
				
				Prohibida
				Roja, jugosa..., dulce tentación vuelta trampa. Eva mordisquea 
				la manzana y observa seductora a la serpiente. Mira a Adán que 
				duerme plácido, desnudo... Se acerca, toca, acaricia y besa. Él 
				responde, saborea junto a ella el fruto y el placer es intenso. 
				Gime la tierra a la par que la primera pareja en un orgasmo 
				compartido. Dios observa, sonríe. Su error está enmendado: el 
				hombre ha perdido la inmortalidad.
				
				Boquita 
				Me dijiste que te ibas. Como venganza te corté las piernas, el 
				busto, después el cuello y por último el alma. Sólo dejé de ti 
				los labios, aquel terreno de carne y grana del que me enamoré, 
				los mismos labios que me dijeron, cuando ya no eras más que 
				carnicería, vísceras y pasado, que querías volver.
				Ahora guardo esos labios en una cajita china, que me obligas a 
				cerrar de vez en cuando, cada vez que me dices "Te amo".
				Lo siento, mi amor.
				
				Destiempo
				Porque soñar es cosa de dos. Uno solo, apenas si logra construir 
				ilusiones. Porque cuando se busca establecer un hogar, no 
				siempre es lo mismo que tener una casa. Porque decir "te amo" 
				implica que existe alguien quien lo escuche. Porque no es lo 
				mismo sentarme junto a ti, que estar a tu lado.
				Porque me doy cuenta que sólo de parte mía existió el amor.
				Hoy, cuando ya no esperaba verte más, y por fin decides soñar, 
				tener un hogar, amar, escucharme y estar a mi lado, precisamente 
				hoy, decidí partir.
				
				Ejercicio
				Bueno, esta historia es bastante mala. Una vez más, el 
				recurrente tema del escritor que no puede escribir, el pánico a 
				la hoja en blanco, etcétera. ¿Cómo es que nadie escribe sobre 
				los cocineros que no pueden cocinar? ¿Acaso no puede existir el 
				pánico ante el plato en blanco, el plato vacío, en el que hay 
				que poner algo a la hora de comer? Caprichos de consentidos, eso 
				es lo que son esas manías. Si uno quiere escribir, que se ponga 
				y escriba, qué caramba. Las quejas para que pagase el alquiler 
				eran cada vez más desagradables. Al final, en contra de mis 
				convicciones, tuvo que comprometerse a entregar algunos cuentos 
				al editor, a cambio de un anticipo. Este, que estaba escribiendo 
				era el primero. Pero, ¿cómo seguir?
				Me parece que me he equivocado al comprarme este libro en la 
				terminal. Yo buscaba algo más absorbente, algo que me 
				distrajese. Ya tengo bastantes preocupaciones; la reunión de 
				mañana es importante, y me va a hacer falta estar despejado. Y 
				eso quiere decir dormir bien, sin angustiarme. Para lo cual es 
				preciso poder desconectarme.
				Una novela no me habría servido. Muchas son demasiado lentas. 
				Necesitas tragarte capítulos y capítulos antes de meterte en el 
				ambiente, y que empiece a pasar algo interesante. Y a mí no me 
				gusta que me tengan esperando durante 20 o 30 páginas. En 
				cambio, hay otras que te capturan enseguida. Pero una de esas 
				tampoco me conviene. No quiero arriesgarme a estar pendiente del 
				desenlace, a quedarme esta noche hasta las tantas para acabarla.
				Por eso elegí escribir este libro de cuentos. Pero como los 
				demás sean tan malos como éste, no me va a quedar más remedio 
				que reconocer que me he equivocado.
				Cajas chinas. Eso es lo primero que se piensa al leer un cuento 
				como éste. Una historia dentro de una historia. No es un recurso 
				nuevo, ni siquiera es un recurso poco usual. Al contrario, es un 
				clásico. Si hay que dar nombres, ahí van dos, bien distintos por 
				cierto: Kipling y Mark Twain. Sin olvidar a Borges, 
				naturalmente. Y a Germán Delgado.
				Pero un recurso como éste es solamente una estructura. Y las 
				estructuras deben tener contenido para ser mínimamente 
				interesantes. Un soneto sin contenido no es una obra de arte, 
				sino un diagrama. Y ahí es donde falla este cuento. Se insinúan 
				ciertas historias, más o menos insinuadas, pero no se llegan a 
				desarrollar. Por más que la trama sea previsible, no se entiende 
				qué persigo como autor al dejarlas truncadas.
				Este cuento pertenece a esa clase de narraciones en las que no 
				ocurre nada. Y hay que tener verdadero talento para que un 
				relato así resulte bueno. La mayoría no suelen ser más que 
				ejercicios de autocomplacencia de autores demasiado pagados de 
				sí mismos. Ese tipo de cosas están fuera de lugar en un género 
				como el cuento. Casi se las podría calificar de "escombros de 
				novela".
				Por ahora, ya está bien. Luego acabaré la crítica. Ahora tendría 
				que salir, quiero llegarme a las librerías. Ya veo que el tiempo 
				no mejora: En Gesell hace un frío de mierda y sigue lloviznando. 
				Voy a hacer un poco de mercado y preguntar en Alfonsina y Bhön, 
				si ya salió el libro de Minervino. “Sobre el amor y otras cosas 
				no menos importantes”. Es una lucha...
				
				Castigos
				Se castigaba con severidad a todo aquel que escribiera una mala 
				historia.
				Germán Delgado supo de este ajusticiamiento: luego de publicar 
				su primera novela, misma que era aburridísima, los empleados del 
				intendente simplemente le cortaron las manos.
				Los periodistas de moda reseñaron el hecho. Dijeron que Delgado, 
				sería siempre —de permitírsele seguir escribiendo— un pésimo 
				escritor, y se olvidaron de su nombre.
				Germán Delgado, sin embargo, aprendió a escribir con los pies y 
				publicó otro libro. La ley, en esta ocasión, fue implacable: le 
				cortaron las piernas.
				Delgado ya no publicaría más obras. En cambio gustó de contar 
				cuentos, invariablemente insulsos, en la Plaza Primera Junta, 
				Todos los que por casualidad lo oían, temerosos de perder las 
				orejas —según el más reciente decreto—, le arrancaron la lengua.
				Hoy, lo único que hace es tomar el sol en una reposera, en la 
				playa más cercana a su casa, y quien lo mira, piensa 
				inevitablemente en una buena historia