El Padre Tomás de la Riva asumió como Párroco

“HÁGASE EN MI SEGÚN TU PALABRA”

Nuevos aires están llegando a la iglesia, no hay dudas. En la tarde del lunes, una buena cantidad de jóvenes rebosantes de alegría, le dieron un marco especial a la ceremonia en la que el padre Tomás, asumió sus funciones en la parroquia. Estaban también presentes, la mayoría de quienes conforman el clero de la diócesis de Mar del Plata, entre los que se encontraba el padre Pablo Bosisio, actualmente cumpliendo sus funciones en Necochea.

El padre Tomás, viene de La Plata, donde se desempeñaba como formador de seminaristas en el  Seminario San José. En su presentación, Monseñor Giobando dijo que seguirá acompañando los seminaristas una vez por mes.

Fraterna alegría

En una muy fraterna ceremonia, la familia de la Iglesia se reunió en la parroquia Inmaculada Concepción para vivenciar y acompañar los primeros pasos de su nueva etapa.

La Santa Misa fue presidida por el flamante obispo de la Diócesis de Mar del Plata, monseñor Ernesto Giobando y concelebrada por el párroco saliente y miembros del clero de la diócesis, que se acercaron a Gesell para acompañar el momento.

Seminaristas y diáconos

Asimismo, abrazaron el altar varios de los diáconos diocesanos permanentes, entre los que estaba el geselino Marcelo Benavidez y  jóvenes seminaristas platenses.

Ceremonia y ritos

La Eucaristía contó con los distintos ritos que envuelven la toma de posesión y la cálida bienvenida que los fieles supieron expresar con diversas demostraciones de cercanía y afecto.

Tomás

El padre Tomás agradeció la presencia de las autoridades municipales, a los bomberos

voluntarios y resaltó la compañía de todos aquellos que dieron su tiempo y recursos para llegar a Gesell desde otros lugares.

Centenario

Además, el padre Tomás, confesó que ya se sentía un geselino más y expresó sus ganas de trabajar en equipo con toda la sociedad geselina, como su anhelo de extender su misión sacerdotal hasta el 2031, año en el que Villa Gesell cumple sus 100 años.

Bendiciones

Que la virgen Inmaculada Concepción cubra con su manto la tarea del día a día e interceda en cada uno de sus pasos.

Que el Espíritu Santo sople con fuerza dentro de su corazón y derrame su gracia, motor de amor y esperanza para el mundo entero.