LA PAYADA DE LA SEMANA

Unas décimas y sextilla del verano… El payador a  veces trata de estar solo pero... es imposible...

 

A la playa se mandó

el payador con su pingo...

en el camino un tilingo

al verlo, se sonrío...

Entonces el se bajó

de “Centauro”, su caballo

y le dio fuerte en el callo

con el revés de la guacha...

Y ahí nomás una muchacha

le dijo: ¡Que lindo bayo!

 

A la niña el miró

y no le dio importancia...

a pesar de su prestancia,

la verdad, que la ignoró...

Cuando a la arena bajó

la sintió incandescente,

y un calor, de repente,

a sus patas calcinó...

pero él, disimuló...

y caminó lentamente...

 

Cuando un lugar divisó

al lado de una morena

tiró la toalla en la arena...

y en zunga él se quedó...

La bebota lo miró

con cara de admiración,

comenzaba la función,

del payador seductor...

Esa tarde de calor,

jugaría a lo campeón...

 

Así se sentó canchero...

y el Geloso encendió.

El punto justó encontró

y el tema salió certero...

Por supuesto, muy rockero...

brotó del aparatito...

de Zaguri, Pajarito...

una canción para vos...

Se llama “Alza la voz”,

y del rock es favorito...

 

Que terrible conmoción

que se armó en esa playa...

La verdad que casi estalla

Pajarito es explosión...

La nueva generación

debería venerarlo.

Es un gusto escucharlo,

es del rock, un fundador...

Aplausos al por mayor,

es hora de recordarlo.

 

Se dispuso a descansar,

después de tanta movida,

una siesta, bienvenida,

lo haría resucitar....

Después de tanto payar

(El lo hace diariamente)

sería algo clemente,

dormir al menos un rato...

Apagó el aparato,

y puso en blanco la mente.

 

Pero un grito lo asustó

(el de ¡Churro calentito!)

además tocando pito,

el choclero se anunció.

Al toque también pasó

el de fruta, la ensalada...

Y la atómica empanada,

taladraba su cabeza...

¡Milanesa, milanesa!

una gordita anunciaba.

 

¡Que atentado, lo parió!

eso es falta de control

Las milanesas al sol

jamás comería yo...

Una empanada explotó

por culpa de “la calor”

y en seguida su olor

espantó a todos mal...

Y directo al hospital

los mandó con gran pavor...

 

Ya casi en temporada,

quieren hacer un  billete

Más queda como el ojete

la venta descontrolada...

Milanesa y empanada,

una mezcla muy letal...

Que la vendan está mal

deberían evitarla...

Sí no habrán de yugarla,

por que puede ser mortal.

 

El payador despejado,

ya oteaba el horizonte

correría, sin apronte

algún clásico jugado...

De pronto vio que a su lado

una niña se sentó...

¿Tiene fuego? consultó

suavemente la bebota...

El cuore casi le explota

y el yesquero le alcanzó.

 

¿Quiere fumar? preguntó

la rubia echando humo...

Gracias, pero no fumo...

el cantor le contestó...

“Pero sí fuego me dio

y tenía encendedor...”

Dijo curiosa el primor

mostrándose interesada...

La respuesta está cantada...

¡Tengo fuego por amor!

 

La niña se sonrió

y dijo “Ya lo sabía,

quería ver sí tenía,

la fama que se ganó...

Muchas payadas cantó

con mujeres agalludas...

Las que me hablaron sin dudas

de su gola interminable...

Espero serle deseable,

soy de las más corajudas...”

 

El payador la miró,

diciéndole, lentamente...

“Se nota que vas al frente...

y por cierto me gustó”

Una mano le tomó

y le dijo al oído

“Ninguna te ha mentido,

todavía soy mejor.

Jugaremos al amor,

no será comprometido.

 

Si yo la amara o amase 
quiero serle muy preciso,

ya la tendría en un piso 
con corona de sultana, 
pero yo cada semana 
cambio sin dejar aviso. 
  
Yo nunca pude querer 
aunque querer siempre quise, 
si no tengo quien me guise 
por otro lado soy libre, 
sino hay fibra que me vibre 
no habrá naides que me pise. 
 
Yo la mujer no recuso, 
me gusta su compañía, 
me produce algarabía 
gozarlas con gran talento

pero amarlas… lo siento 
me basta su simpatía. 
  
Trotando tantos caminos 
me lastimó alguna rosa 
y hay alas de mariposa 
que los cuadros de Picaso 
representan el fracaso 
en su belleza asombrosa. 

 

Al final la invitó

a su rancho tan florido

y la nena, acto seguido,

Con un si le contestó…

A su casa la llevó

y se amaron de corrido.

 

Me piden que diga nombre

más eso nunca lo haré

calladito quedaré

aunque de hablar tenga ganas

Me lo enseñaron las canas

a vos no te nombraré.


Lo acontecido en alcobas, 
nunca se menta mi amigo, 
mejor sobarse el ombligo, 
que denostar a una moza, 
ella es muy dulce y preciosa

Y le gusta estar conmigo.

 

El jueguito de payar

debe hacerse con decencia 
que payar tiene su ciencia, 
sin tener que ensuciarse, 
...y de reo declararse... 
para huir de su conciencia. 
 

La nena, era local

y por eso, la prudencia...

Conservaré su decencia,

en secreto con mí almohada...

Se marchó muy relajada...

prometiendo otra presencia.

 

Un colega me llamó

Desde Distrito lejano

me dijo… “dame una mano

por que algo me pasó.

Mi novia que te leyó

Quedó por cierto encantada

con tu famosa payada

y me pidió que le escriba…

Ya no tengo alternativa

la noto muy alterada”.

 

“Enseñame payador

a payar con la espinela

quiero crecer en tu escuela,

sos grande para el amor…

Yo nunca fui verseador

pero estoy enamorado

y quedaré desplazado

si no escribo la payada…

Agradezco tu “enseñada”

acá la espero, sentado”.

 

Mi amigo me conmovió

y por eso le contesto.

no soy experto en esto…

pero mi fama creció.

Unas lecciones doy yo

sobre décima espinela,

no quiero sentar escuela

simplemente, algo te  explico…

Amigo a vos lo dedico

Así ganás a Pamela…

 

No soy ningún erudito,
tal vez poco de novato,
con mi deseo sensato
de vertical jibarito,
que aspira dejar escrito,
con bastante corrección,
un mensaje, una lección
para que los trovadores,
se conviertan en valores,
de nuestra improvisación.

Es difícil sumamente,
nuestra típica Espinela,
si faltamos a la escuela,
de la vida y de la mente,
Como alumno permanente,
les podría asegurar,
que no es fácil dominar,
la décima estilizada,
Vieja niña uniformada,
que nos honra cultivar.

La décima esta regida,
por un escrito patrón,
de esos diez versos que son
una regla definida.
La misma esta dividida,
en ocho partes llamadas
silabas encadenadas,
con ritmo y con melodía.
Que es la selecta poesía,
con sus diez líneas rimadas.

Rimando con la primera,
hallaras la Quinta y la cuarta,
y riman en doble carta,
la segunda y la tercera.
La seis y la siete entera,
dan su rimada constancia.
La octava con elegancia,
a la novena le rima
Y ahí la décima se arrima,
a la sexta en consonancia.

 

Es así como se hace

la payada semanal

más no lo tomés a mal

con este arte, se nace…

Espero que se  le pase

a la que tu amor genera...

Y si no es como espera

tu payada viejo amigo...

¡Hacé lo que yo te digo

volvé a la billetera!

  

 

De regalo: Tema “Alza la voz” Pajarito Zaguri y “La banda de chocolate”. Grabación 1969

 

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