Porque la vida continúa

POEMAS SIN DUEÑA

 

Amor

Si fueran los de un puente,

dormiría en tus ojos

como indigente.

 

Vistas

“Adelante señores, tomen asiento,

aunque no me crean les tengo un enorme respeto.

Hace tanto que los espero y

sin embargo, ahora que aquí los tengo

me viene a tiritar la voz”

“Nosotros también te conocemos hace mucho”

dijeron los muertos que me visitaban.

“Hemos sabido de tu nombre en reiteradas ocasiones,

lo han publicado en listas alrededor del mundo,

eres buscado a cambio de una buena recompensa”.

“Y cuál es la recompensa?” les dije.

“No volver a leerte jamás”  me dijeron a carcajadas.

 

Instatánea

Tengo tal vez diez años,

una barriga inapropiada y vergonzosa para la edad,

sueños irrepetibles, magníficamente diminutos.

Allí me abraza la abuela, inmensa y calurosa.

Y ya la respiro y se me vienen esos árboles encima,

porque hace años que contemplo esta fotografía incansable,

dándola vuelta para ver si caen felicidades.

La tomo, la olfateo, para sentir la respiración de entonces.

Así se sienten los envidiables pantalones con los parches caseros,

calzado gastado de tan mal fútbol infantil,

ensayos de cientos de peluqueros en mi cabeza.

Porque tengo diez años, tal vez,

y me creía en un techo tan formidable,

pero la realidad era oscura como un puñado de oscuridades.

Porque tengo diez años o más

y mientras afilo la estocada de mis antepasados,

rompo esta fotografía

porque ya no aguanto más

la arruga profunda de mis memorias.

 

Sin uso

Lo malo de una despedida

son las verdades descubiertas

por el hilo de sonido que expenden bocas ajenas.

Lo malo de una despedida

son los llantos inservibles,

las falsas esperanzas.

Lo malo es darse cuenta

que ninguno tuvo razón

porque nunca se usó la razón.

 

Lo malo es volver a casa con el estomago vacío

y alimentarlo con agravios.

Es cerrar la puerta sin llave.

Tomar de tu vaso vacío

 

Lo malo de una despedida

son las cobardías que congelan las verdades.

Lo malo es que ya no es lo que era antes.

 

Mojados

Desnuda te quiero.

Sin nada más sensual que la indumentaria de tu piel.

Sin nada que esconder.

Con tus caderas besando mis labios.

 

Mojame

Te estoy rastreando.

Mójame con el agua que no usas.

Que retienes. Que no bebes.

 

Mojame y se libre.

Y no me seques.

No me limpies.

No me quites de encima.

 

¿Arde mi lengua?

A mí me quema.

Playa

Parecía tu voz
más desnuda aún,
porque la noche es
—como el vacío—
un resplandor oscuro
en medio de la luz,
una antorcha
avara y posesiva
buscando pisadas
en la playa.

 

Vení

Acurrucate a mi lado
cuando sientas frío.
Deja que mi calor
se derrame por tu piel,
completamente.

 

Gaviotas

Con tus lágrimas haremos
alas de gaviotas sonrientes
que volarán hacia el mar
alejando la tristeza
que te envuelve.

 

Tristeza

No estés triste, porque yo,
si estás triste, me deshago
y pierdo el alimento
de tu sonrisa cálida.
Tu alegría me da la vida
como el sol, la luz y el calor.

Por eso quiero verte contenta,
para no verme solo
para no verme triste.

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