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Inseguridad…. Una cuestión de todos SE TERMINAN LOS DISCURSOS Es cierto que la inseguridad no es solo una cuestión que preocupa a los geselinos. Que es universal esa sensación. Que se corresponde con una multiplicidad de factores, que utilizando una lógica irreprochable, todo es como tiene que ser. Pero… El tema es Villa Gesell. Que pasa, puede pasar, que debe pasar. Ya se terminó el tiempo de las palabras…. Es el de los hechos… Así lo entendió el Intendente Barrera con la decisión de subscribir el convenio para la creación de la Policía Comunal y el gobernador Scioli, el que, como muestra de respaldo a la gestión municipal, no solo dejó 10 móviles, sino que también creó dos nuevas comisarías, una en Mar de las Pampas y la otra en Monte Rincón. Las palabras sirven a veces, los gestos ayudan otras, pero los hechos so incontrastables.
Antes de las consideraciones previas necesarias La seguridad es una necesidad natural, permanente y vital, se cae de su peso enfatizar que la policía bonaerense debe hacerlo en forma adecuada, oportuna, pues, de la manera como se preste depende la tranquilidad familiar, la integridad personal, patrimonial y por último, el orden social y la paz general. Si no hay seguridad no hay paz, si no hay paz hay desorden, si hay desorden hay delincuencia, si hay delincuencia hay inseguridad. La inseguridad es la preocupación número uno de la sociedad, actualmente ninguna persona viaja a ningún lugar sin antes averiguar la seguridad del lugar a visitar. O sea, que en una ciudad turística la seguridad es una de las patas vitales para que sea elegida como destino. Muchos son los países en el mundo que han financiado y dedicado grandes sumas de dinero a la seguridad, siempre pensando que esa inversión es la mejor, estos mismos países hoy día son las muestras de ejemplo, lo más importante es que gracias a esa inversión, estos países son los más visitados y seguros.
Las consideraciones previas necesarias Algunas encuestas dicen que los argentinos viven la inseguridad como el mayor de sus problemas. Los crímenes ocurren y se convierten rápidamente en titulares de diarios, en palabras quebradas de las víctimas que fluyen de las radios y en imágenes televisivas que muestran ladrones en el mismo instante en que ejecutan su fechoría. Los delitos, y también el modo en que son difundidos, son la causa central de esa percepción ciudadana. Para entender qué nos pasa, sepamos de antemano que la inseguridad ha aumentado sensiblemente en el mundo. En los últimos tiempos, la ONU advirtió que los índices criminales han crecido globalmente en forma acelerada. Sólo entre 1980 y 2000, la delincuencia aumentó casi un 30%. Otros de sus informes indicaron que el miedo creciente que la sociedad expresa ante el delito se asocia directamente "a la difusión por la prensa de los registros oficiales de muertes y violencia". En la Argentina, la cantidad de crímenes (no la calidad de su organización y el nivel de violencia) no es hoy significativamente mayor que la registrada en el año 2003. Una economía más inclusiva explica la razón de esa realidad. Así se entiende que algunos reportes internacionales hayan colocado a nuestro país como uno de los cinco que registraban un mejor clima de seguridad en el continente. De cualquier manera, es necesario hacer una salvedad. Los datos estadísticos del total del país no coinciden con los que surgen de los lugares de mayor concentración urbana, en donde se localizan bolsones de marginalidad social y en los que crece significativamente la criminalidad más violenta. El Gran Buenos Aires es uno de esos lugares. Allí se advierte un fenómeno preocupante de violencia delictiva semejante al que exhiben ciudades como San Pablo, Río de Janeiro, Caracas o México. Cuando uno observa el aumento de la inseguridad como un fenómeno global, entiende por qué la Argentina, con todo lo que debió afrontar, no puede quedar al margen de ese resultado. ¿Por qué iba a escapar al fenómeno de la inseguridad con el deterioro social que sufrió en las últimas dos décadas del siglo XX? La marginalidad es el mejor caldo de cultivo que encuentra la delincuencia. Allí, donde no llega ninguna política pública, los controles sociales no funcionan y nadie hace propias las normas de conducta de la sociedad. Las familias se quiebran, los mayores carecen de trabajo y los más niños -alejados de la escuela- son empujados hacia la mendacidad y suelen crecer con las "reglas de la calle". De ahí al delito hay sólo un paso. Aun así, no es ésa la única causa que explica el delito entre nosotros. Hay otras: un sistema policial que en muchos casos acaba asociado a quienes debe combatir, un procedimiento penal que a partir de cierta flexibilidad facilita liberaciones anticipadas no siempre entendibles y un régimen penitenciario que día tras día demuestra su formidable incapacidad para recuperar a quienes han sido condenados. Hay además una cuarta causa que parece ser exacto corolario de las ya citadas: la sensación de impunidad. Una policía que no persigue, una Justicia que no sanciona y una cárcel que ni castiga ni educa son un cóctel perfecto para que nadie se sienta conminado a respetar la ley. Para recuperar la seguridad ciudadana es importante atender todos esos aspectos. Es tan necesario integrar socialmente a los hoy marginados, como es imperioso depurar y prestigiar los cuadros policiales, hacer menos abuso de la discrecionalidad en el sistema procesal y volver más humano y compatible con la reinserción social este patético sistema penitenciario. Básicamente, se trata de centrar la lucha contra la inseguridad atacándola en sus causas y no en sus consecuencias. La propalación mediática del delito tiene mucho que ver con el clima de inseguridad que nos agobia. Pero aun así, no es bueno pretender superar ese clima sobreactuando en esos mismos medios la reacción ante el delito. No representa solución alguna asumir públicamente y con total complacencia los "mandatos viscerales" que expresa la opinión pública cuando clama por venganza sensibilizada ante la desdichada víctima. Ese malestar social que el delito provoca, tampoco se supera demonizando a quienes respetan las garantías constitucionales de quienes son sometidos a juicio. Será imposible resolver el problema si el combate al delito se funda en una "urgencia política" nacida de encuestas que indagan en el ánimo de seres saturados de voces e imágenes que les acercan el crimen hasta el living de su casa. Nunca se ha gobernado bien preguntando qué hacer a quienes se sienten agobiados. A esos seres desesperados sólo los calma oír que alguien va a sacarlos del pozo en el que han quedado sumidos. Pero, más temprano que tarde, ha de quedar al descubierto la inconsistencia de esos discursos hechos tan sólo para calmar expectativas. Erradicar el delito va a demandar tanto tiempo como el que demande alcanzar un desarrollo económico y social más equilibrado.
¿Y por casa cómo andamos?
¿Y la policía? Está en problemas. Aparentemente poco puede hacer con pocos efectivos con escasa preparación. La Municipalidad había llevado a cabo importantes inversiones sosteniendo la Dirección de Seguridad, incorporando personal afectado al área, comprando móviles, cámaras, optimizando la sala de monitoreo, trabajando en línea directa con el 911…. Pero… No alcanzaba. Faltaban policías, que llegarán con la Comunal y con la creación de las dos nuevas comisarías. Faltaban móviles, los que ya están en Gesell… Y se debía recomponer la relación con el Gobernador, rota durante el último tramo de la gestión Erneta. Claramente este objetivo se logró. No solo llegaron aportes para la seguridad. También desde el Ministerio de Economía llegarán más de 25 millones de pesos extras para obras públicas…
Sigamos con el tema seguridad… La Justicia tiene sus
limitaciones o sus complicidades, y tiene puertas vaivén. Se abren
con facilidad de ambos lados. Aunque parecería que es más fácil
salir que entrar de los lugares de detención. La problemática
extendida de la inseguridad ciudadana requiere poner en marcha
políticas que trabajen simultáneamente sobre sus causas y sobre sus
consecuencias.
La creación de las Comisarías Documental
LA PLATA, 9 de octubre de 2014.
VISTO la Ley N° 13.482 de Unificación de las Normas de Organización de las Policías de la provincia de Buenos Aires y el Decreto N° 220/14, y
CONSIDERANDO:
Que por la Ley citada en el VISTO se estableció la composición, funciones, organización, dirección y coordinación de las Policías de la provincia de Buenos Aires, conforme criterios de desconcentración y descentralización orgánica y operativa (artículo 1° y 7°); Que en la actualidad atento a la realidad criminológica imperante y en función de los principios básicos emergentes de la Ley N° 13.482, deviene oportuno y conveniente reorganizar los recursos humanos y logísticos, en pos de la optimización del servicio de seguridad en la zona, lo que redundará en beneficio de la comunidad; Que mediante Resolución N° 671, de fecha 19 de mayo de 2006, se elevó el entonces Destacamento Las Toninas al rango orgánico de Subcomisaría, vinculado orgánicamente a la Comisaría Distrital La Costa Primera, fijando su base operativa y área de responsabilidad operacional; Que mediante Resolución N° 371, de fecha 11 de abril de 2006, se creó el Destacamento Nueva Atlantis, vinculado orgánicamente con la Comisaría de La Costa Segunda Mar de Ajó, fijando su base operativa y área de responsabilidad operacional; Que mediante Resolución N° 306, de fecha 29 de marzo de 2006, se creó el Destacamento Mar de Las Pampas, vinculado orgánicamente con la Comisaría Villa Gesell Seccional Segunda, fijando su base operativa y área de responsabilidad operacional; Que mediante Resolución N° 582, de fecha 25 de abril de 2014, se elevó el entonces Destacamento Mar de Las Pampas, al rango orgánico de Subcomisaría; Que a los fines propuestos, corresponde en esta instancia, proceder a la elevación de la Subcomisaría Las Toninas al rango orgánico de Comisaría “clase C” y el Destacamento Nueva Atlantis, al rango orgánico de Subcomisaría, en el partido de La Costa; Que asimismo corresponde proceder a la elevación de la Subcomisaría Mar de Las Pampas y creación de una dependencia policial en el Barrio Monte Rincón, ambas de rango orgánico Comisaría “clase C”, en el partido de Villa Gesell;
Que la propuesta cuenta con el aval de la superioridad policial y ministerial;
Que la presente medida se dicta en uso de las atribuciones conferidas por la Ley N° 13.757 y sus modificatorias, y los artículos 4° y 7° de la Ley N° 13.482 y Decreto 220/14;
Por ello,
EL MINISTRO DE SEGURIDAD DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
RESUELVE:
ARTÍCULO 1º.- Elevar, en el ámbito de la Superintendencia General de Policía, Superintendencia de Policías de Seguridad, Superintendencia de Seguridad Interior Sur, Jefatura Departamental de Seguridad Pinamar, Policía de Seguridad de Distrito de La Costa, la Subcomisaría Las Toninas, al rango orgánico de Comisaría “clase C” y el Destacamento Nueva Atlantis, al rango orgánico de Subcomisaría, manteniendo esta última la dependencia orgánica y funcional de la Comisaría de La Costa Segunda Mar de Ajó, en el partido de La Costa.
ARTÍCULO 2º.- Determinar que las dependencias policiales elevadas en el artículo 1°, pasarán a denominarse Comisaría de La Costa Seccional Sexta Las Toninas y Subcomisaría Nueva Atlantis.
ARTÍCULO 3º.- Elevar, en el ámbito de la Superintendencia General de Policía, Superintendencia de Policías de Seguridad, Superintendencia de Seguridad Interior Sur, Jefatura Departamental de Seguridad Pinamar, Policía de Seguridad de Distrito Villa Gesell, la Subcomisaría Mar de Las Pampas al rango orgánico de Comisaría “clase C”, en el partido de Villa Gesell, la que pasará a denominarse Comisaría Villa Gesell Seccional Tercera Mar de Las Pampas.
ARTÍCULO 4º.- Crear, en el ámbito de la Superintendencia General de Policía, Superintendencia de Policías de Seguridad, Superintendencia de Seguridad Interior Sur, Jefatura Departamental de Seguridad Pinamar, Policía de Seguridad de Distrito Villa Gesell, la Comisaría Villa Gesell Seccional Cuarta Monte Rincón, “clase C”, en el partido de Villa Gesell.
ARTÍCULO 5º.- Dar intervención a las áreas con competencia en la materia, a fin de arbitrar los medios necesarios para la correcta regularización ocupacional de los inmuebles que sirven de base operativa de las dependencias policiales involucradas, como así también para la correcta asignación de sus áreas de responsabilidad operacional.
ARTÍCULO 6º.- Registrar, comunicar, notificar al Superintendente General de Policía y a las Municipalidades de La Costa y Villa Gesell, publicar en el Boletín Informativo. Cumplido, archivar.
RESOLUCIÓN Nº 1494. ALEJANDRO S. GRANADOS Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires |
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