La columna de Enrique Minervino

DE ESO NO SE HABLA

 

Cuando en reiteradas charlas políticas, esas que no llegan a la discusión pero en la que se defienden las posturas de manera enérgica, me refería a la connivencia obscena entre parte del Poder Ejecutivo, parte del Poder Judicial, y los medios dominantes (Grupos Clarín y La Nación), varios de mis interlocutores decían algo así como que “me deje de embromar”. Claro que esta afirmación no provenía de mi imaginación, sino precisamente de no consumir esos medios y no repetir sus falsas noticias, sino de informarme por la prensa que hace honor a su profesión, que es mínima en cantidad en relación a la otra, pero que existe, y que no se alinea con los medios hegemónicos. Estos medios dominantes jamás van a mencionar la existencia de esta asociación ilícita, porque son parte de ella.

También en esta columna me referí al procedimiento mafioso que se lleva adelante en nuestro país y que es el “Lawfare” o “guerra jurídica” y que no es otra cosa que la persecución jurídica y política a los líderes y funcionarios de los gobiernos populares de Latinoamérica. Que este proceso  se desarrolle en todos los países de esta región y no sean hechos aislados, indica que hay un direccionamiento de estas acciones por parte de alguien muy poderoso. Y ese alguien es el gran país del Norte, Estados Unidos que opera a través de sus embajadas. Las derechas vernáculas de cada país, son los brazos ejecutores de este plan.

En su brillante declaración ante el Tribunal de Comodoro Py, en el juicio de la “Obra pública” de Santa Cruz, además de cuestionar cada una de las acusaciones en su contra, Cristina Fernández se refirió a ese procedimiento mafioso que es el “lawfare”, al cual atribuyó su incesante periplo ante los tribunales. Lamentablemente el tribunal impidió emitir la declaración en directo como debió haber sido por  tratarse de un juicio oral y público. Pero los personeros del Lawfare, no quisieron que se haga pública su declaración. Porque evidentemente, no querían que la población conozca este “modus operandi” de la Justicia y el poder politico, que Cristina iba a desnudar. Cosa que finalmente sucedió. Cristina puso en conocimiento de la sociedad la existencia de esta práctica mafiosa impulsada por el gobierno de Mauricio Macri en complicidad con un sector del Poder Judicial y los medios de comunicación concentrados. Y estas cosas son las que los miembros de Comodoro Py no querían que salieran a la luz  para que la sociedad no hable de eso.

Para entender los procesos políticos latinoamericanos de este tiempo, no podemos dejar de conocer que el lawfare es una realidad y que existe en nuestro país y en el continente. Como dije más arriba, se trata de un sistema ideado para la persecución y literalmente “eliminación” de quienes han integrado gobiernos nacionales y populares, como el de Cristina Fernández en Argentina, el de Lula en Brasil, el de Evo Morales en Bolivia, y el de Rafael Correa en Ecuador, entre los más resonantes. Es la forma moderna y sofisticada de eliminar al adversario político por parte de las derechas, que antes utilizaban los golpes militares. Aunque cuando no pueden ir adelante con ellawfare, vuelven a los viejos procedimientoscomo ha ocurrido en el caso de Bolivia, con el sangriento golpe de estado al que estamos asistiendo en estos días.

El lawfare es una nueva forma de guerra, donde la ley es utilizada como el arma y el medio para conseguir el objetivo, que es la eliminación del opositor político. Para ello también necesitan la ayuda de la prensa canalla por medio de la cual a este opositor se lo debilita y desacredita a través de las mentiras que se publican sobre él, con lo cual se reduce a la mínima expresión su capacidad de reacción y se le hace perder además el apoyo popular. Eso pretendían hacer con Cristina Fernández, pero no pudieron, porque el pueblo manifestó su  apoyo a una líder fantástica, y además reconoció a su gobierno que fue sin duda uno de los mejores de la historia. A pesar de las mentiras, no lograron que un gran porcentaje de la poblacióndeje de mostrarle su admiración día a día. Y con una jugada maestra pergeñada por ella, también les ganó las elecciones.

Esta persecución de la derecha a los opositores políticos es necesaria para llevar adelante sus planes. Ante el carácter impopular del modelo neoliberal que implementan en cada uno de los países donde gobiernan, es estrictamente necesario para ellos la eliminación del adversario político  para que no exista oposición al modelo. Ese es el verdadero objetivo. Es decir, la instauración del modelo neoliberal que empobrece a la mayoría de la población porque provoca una formidable transferencia de recursos de todo el pueblo a los sectores concentrados de la economía. En la Argentinaestos sectores beneficiados son los bancos, las empresas de energía, los agroexportadores y las grandes corporaciones como el grupo Clarín, verdadero sostenedor mediático de este modelo de saqueo.

La acción de la prensa logró que gran parte de la población odie al kirchnerismo, otro de los aspectos necesarios para que el lawfare tenga éxito, ya que sumado a las acusaciones falsas, el camino está mucho más allanado para la eliminación del adversario. Este proceso de inculcar el odio asegura el apoyo de la sociedad al proceder judicialaunque se cometan aberraciones jurídicas como las que perpetraron Bonadío y Ercolini entre otros jueces. Así fue que se difamó a un gobierno que había desendeudado al país, llevado al salario promedio a ser el más alto de Latinoamérica, bajado la desocupación al 5,8% (la mitad de lo que la llevó el macrismo cuatro años después), que construyó 14 universidades, más de 2000 establecimientos educativos, e incluyó al sistema de seguridad a más de 3 millones de argentinos, entre muchos más logros. Si se hubiera hablado de eso, si no se hubiera hecho centro de debate en la judicialización de la política que es lo que persigue el lawfarey si no hubiera prendido la semilla del odio inoculada desde el grupo Clarín,Macri no hubiera sido Presidente.

Cristina lo dijo muy claramente como siempre: “Había que condenar a un gobierno, el de Néstor Kirchner, que desendeudó al país, había que traer de vuelta al FMI. Para traerlo había que convencer que el que le pagó era un chorro y que vino solamente a la presidencia a robar y saquear al país. Eso lo hicieron. Y por eso estoy sentada acá”. Y sobre el final de su alocución, hizo una perfecta síntesis de su situación judicial:“Seguramente este tribunal, que es un tribunal del Lawfare, tiene la condena escrita. No me interesa. A mí me absolvió la historia y a ustedes seguramente los va a condenar la historia”.

 

ATRÁS   ADELANTE