CUENTITOS PARA EL TWITTER
Historias o historietas en menos de 140 caracteres…

Antes uno más normalito…

Estatua
La bandera flameando apenas, ralentizaba el tiempo. El himno generaba emociones. Mi piel, dura se sensibiliza y de mis ojos se desprenden lágrimas que se deslizan hasta mi boca doblada que tiembla de sentimiento. Amo, odio, lloro, río, sudo, pienso y me quiebro. Me cago en la puta madre, de los que me adoctrinaron por dentro. Me cago en la puta madre, de los que me forjaron con hierro.

Ahora sí… Twitter puro

Mensaje
Cuando el astronauta acopló su miembro en el puerto USB de la hermosa marciana, el mensaje lo dejó anonadado: No reconozco dispositivo.

Amores
La puerta se abre y vuelven a ocupar su sitio: la ninfa acuática vuelve a la pecera, y el espíritu vegetal retoma el interior del bonsái.

Proporcional
El ratón se aterrorizó cuando descubrió que el gato lo miraba y había crecido, exactamente los doce tragos de Blenders que había bebido.

Futuro
Eran unos putos dragones verdes echando fuego sobre libros, computadoras y todo objeto electrónico. El mundo viviría cuatro mil años más.

Veredas
Te invité a caminar por la vereda de la luz. Elegiste la de la sombra. Ahora estás en la oscuridad.

Hoy
Hoy grité, rompí, sonreí, abracé, bebí, respiré, olvidé y me reencontré conmigo mismo. Hoy viví.

Estallido
Se la comía con la mirada. Cuando llegó a sus pechos tan siliconados, le estallaron... los ojos.

Profecías
Los profetas anunciaron la invasión. Al aproximarse el día fijado sólo queda esperar. La destrucción empieza: nosotros somos la plaga.

Violines
Muchas teorías tratan de explicar el inigualable sonido de los Stradivarius. Una banda los está robando. Mientras, los contrabajos sonríen.

Vuelo
Cincelé en mármol, la figura de un ángel. Le puse tu nombre. Era perfecto. De pronto emprendió vuelo sin una sonrisa de agradecimiento.

Olvido
Tras muchas generaciones de búsqueda, hallaron en el desierto, al árbol de la sabiduría. Desparecieron. Olvidaron que era carnívoro.

Coincidencia
Desde que descubrió aquella coincidencia de nombre, apellido, fecha y lugar de nacimiento, no pasa un día sin que visite su propia tumba.

Persecuta
Sus tres intentos frustrados de suicidio le provocaron una seria paranoia. La vida lo perseguía implacablemente.

Metamorfosis
De ella se decían muchas cosas.
Cansada de sentirse siempre un bicho raro la crisálida se dejó crecer las alas.

Ceguera
Cuando al fin logré reflejarme en sus ojos, la obsesión comenzó a cegarme.

Crédulo
- ¿Usted cree en todo lo que le dicen?
- Por supuesto.
- Me cuesta creerlo.
- Le creo.

Extraviado
Escribía cuentos y se perdió en uno de ellos. Los personajes lo encontraron y lo llevaron hasta la PC y ahora está contando la odisea.

Final
Le escribió tantos poemas, cuentos y canciones que una noche, al buscar su cuerpo tibio, solo encontró una hoja de papel entre las sábanas.

Navidad
¿Sos Papá Noel? -preguntó el pequeñito al hombre regordete.
La verdad, no. Me pagan por actuar.
Lo sabía. No por nada soy el Niño Jesús.

Huelgas
En contra de la huelga de celo que inició su mujer, él también levantó su pancarta: ¡Aguante Gesell!

Puerquita
La lasciva maniquí desnudaba con la mirada a todo el que se detenía frente a la vidriera a contemplar su ropa.

Letales
Se pudo comprobar la existencia de las armas usadas por el gobernante y que provocaron tantas salidas del gobierno: un par de zapatos 44

Los de siempre
CORTITOS Y AL PIE
Breves expresiones de una mente estrecha

De como suele matarse al verdadero amor
El hombre, como todas las tardes, leía bajo una vieja acacia del bosque cuando lo creyó que una mariposa se posó en su libro y le dijo:
“Mi adorable morocho, por amor al amor, ¿qué es esto de pasársela leyendo? ¡No, no, no! Un hombre como usted, guapo, elegante, refinado, aún vital, necesita a su lado una flor como yo que le alegre la vida. Imagínese este cuerpecito entre sus brazos. Sí, ya sé lo que piensa; pero acaso ¿nunca oyó el cuento ése del príncipe y el sapo?. Esto funciona igual: usted me besa, y, de inmediato, yo me convierto en la mujer de sus sueños. Eso sí, no se piense que soy una perdida: el altar es un paso previo a cualquier otra cosa que vaya más allá de un beso. ¡Ah!, no sé usted, pero yo ya puedo imaginarme la fiesta de bodas con centenares de invitados; la luna de miel por la polinesia, París, Germania; y después, nuestro nidito de amor rebosante de niños, docenas… Pero basta de palabras: ¡vengan a mí de una buena vez esos benditos labios!”.
El hombre, en un movimiento de supervivencia disparado desde lo más primitivo de su cerebro, de golpe cerró el libro sobre el hada para retomar la lectura con la pena de saltearse las páginas sucias de sangre.

Saetas
Estaba triste, se estaba muriendo… El viejo cactus, en un intento desesperado de que le prestaran atención, lanzaba sus pinchitos al aire implorando caridad, y unas gotitas de agua que le devolvieran a la vida que se le escapaba sin remedio…
Sólo la niña quinceañera enamorada supo entenderle, ella también disparaba sus flechas de amor, sin obtener resultados de quien le robaba, sin saberlo, sus sueños y su alegría…
Y cuentan… que en el aire transparente de la límpida tarde, las saetas de ambos se encontraron, y danzaron, uniendo sus ilusiones en una cópula de vida y muerte, y se transmutaron en tierra y verde…, y anidaron en el cementerio de los olvidos permanentes convertidos en un eterno abrazo…
Existen pero no están. Son pero no se ven…
…Sólo si oyes un susurro de amor que te trae la quietud del viento, sabrás que aún siguen amándose en el mundo inconcebible de las esperanzas compartidas…

Personaje
Vine al mundo entre papel y tinta. El escritor me dotó de vivencias que forjaron en mí un carácter fuerte y decidido. Al tiempo fui creciendo y madurando, hasta que un día estuve listo para existir en el escenario. Durante años anduve entre actores, ensayos y presentaciones. Un día, harto de la rutina bajé del escenario, me fundí en la oscuridad de la sala y enfrenté la calle, donde la luz de una noche fresca bañó mi rostro. No volví más.

Encuentro
Germán despertó a un pie que sobresalía de la sábana. Al otro extremo de la cama, ese pie le sirvió de ancla existencial. Lentamente, aquella ancla fue extrayendo un universo de sombras, colores tenues y sensaciones aletargadas. El pie, origen indiscutible de este pequeño cosmos, introdujo una pierna, y la pierna trajo consigo un torso que formó parte del cuerpo de Sofía.

Tango
Por tus ojos acecha el arrabal
— ¿Cómo te llamás? —pregunto.
—Malena —respondes con vos quebrada mientras la melodía se introduce en el escote buscando tu cuerpo que huele a madreselvas, se adhiere al talle y cuesta abajo por la seda de las medias, acompasa tu paso presuroso.


 

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