Se viene el finde largo de octubre y el tipo hizo memoria

LA PAYADA DE LA SEMANA

 

Qué  semana que pasó

el payador de la playa

en ojotas y con malla

a la villa recorrió.

La verdad, se deslumbró

ante tamañas bellezas,

vio más colas que cabezas,

tiradas sobre la lona...

¡Sobraba testosterona,

era tiempo de proezas!

 

Más al final se aquietó

tendría otro verano...

y sudando como enano,

sus negros ojos, cerró...

A otro sitio voló

con su limpia cabecita,

y pensaba en la cita

que pronto disfrutaría.

Es que a su casa vendría

a quedarse, “la pibita”.

 

Es un lujo la espinela

un arma de seducción,

a veces es diversión,

0 las dos en paralela.

El payador se abroquela

en la rima consonante,

y como es atorrante,

sabe aprovechar su don.

Siempre ha sido querendón,

y en la cama, es brillante.

 

Y como viene jugando

con el canto improvisado,

pasará por ilustrado

en lo que sigue rimando.

Los versos irá acarreando

en su vibrante garganta

el no sabe, pero canta,

y pa peor canta fuerte…

La verdad, que tiene suerte

ninguna china se espanta.

 

Arcilla con pensamiento

se quiebra por ser arcilla,

más por pensamiento brilla

y hace eterno su momento.

Y si tiene sentimiento

con más fuerza se agiganta:

cuando el Amor es quien canta

sésamo es del monte oculto

y a su más devoto culto

el llanto quizás quebranta.

 

Un cigarrillo encendido

no dura más que un minuto

y la mujer que disfruto

se va y me deja dormido.

El vino recién bebido

nunca aguarda en la garganta,

se marchita cada planta

del jardín de mi querencia

y su muerte ya sentencia

el jilguero que bien canta.

 

La pibita me llamó,

por eso voy a charlar,

no la voy a ningunear

pues ella se lo ganó.

Desde que me conoció

dejó todo lo anterior

dice que es por amor

el que nunca había sentido...

Y estoy comprometido

jugado hasta el honor.

 

Como me hice el poeta,

me pide ella un soneto,

para que merda me meto,

en cosa tan indiscreta…

seguiré la jugarreta

y soneto le daré

al toque lo escribiré

también será repentista.

Que el Brujo Rosa me asista,

después le agradeceré.

 

Mi vida, tras la pantalla

se esconde tu bello sueño

y esos besos sin dueño

que me darás sin batalla.

 

El payador que no calla

mejora su desempeño

y  habrá de cumplir su sueño

de verte pronto en malla

 

Mi mar ya te está esperando

y mi  bosque te imagina

caminando de mi mano.

 

Ahora sigo parlando

y mi cuarto se ilumina

seguro que no es en vano.

 

Te la sigo el Domingo

con una nueva edición,

Laburaré un montón,

con la ayuda de mi pingo.

Seguro que no la chingo,

se vienen días triunfales...

Respiraré bellas sales,

caminando junto al mar...

Conjugaré el verbo amar,

terminando viejos males...

 

Te dije, amo la playa

y las ninfas que la pueblan,

las rodillas se me dueblan

y se me afloja la malla.

Yo las mantengo a  raya,

y no a cualquiera atiendo.

Vos bebota andá sabiendo,

que el payador es famoso.

Tiene un instrumento hermoso

y ya lo irás sintiendo.

 

Te esperamos en la villa,

el finde largo ahora,

y si vos sos soñadora

tu vida será sencilla.

Él cielo que siempre brilla,

la playa con su belleza

han de darle a tu cabeza

la paz que siempre añoraste.

Y los sueños que soñaste

en Gesell serán certeza.

 

Y no me olvido del hada

ni del duende juguetón,

que te espera en el rincón

del bosque en cada alborada.

Y si con la persona amada

te cruzás con uno de ellos

tendrás los días más bellos,

con que soñaste jamás.

Vení a Gesell, que esperás...

¡A romper los siete sellos!

 

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