• Porque la vida continúa

    POEMAS SIN DUEÑA

     

    Silencio

    A veces te quiero tanto
    que te llamo sin hablarte
    con ese silencio impenetrable,
    el más jodido
    de los silencios.

    A veces tú no me quieres tanto
    que me llamas impaciente
    con aquel grito terrible,
    el más fuerte de los silencios.

    Y todas las paradojas
    del mundo respetan la nuestra.
    Y los dos seguimos
    guardando silencio.
    Y tú y yo que nos queremos tanto.

     

    Encuentro

    Buscando
    como buscando la respuesta en tu mirada
    busco aquello que aún no defino,
    como conociendo lo que aún no extraño

    pero confío tener
    miro a mi alrededor y te miro a vos...
    como sabiendo que te voy a encontrar
    te busco en el mundo y aún no sé quién sos.

     

    Comienzo

    No recuerdo como empezamos.
    No recuerdo más que tus manos
    acariciando mi rostro
    y a mis dedos ensortijando tú cabello
    No recuerdo más que susurros,
    y besos ligeros,
    y caricias,
    y más besos.
    No recuerdo más que mis manos
    desabrochando tu ropa.
    No recuerdo más que tu cuerpo
    desnudo frente al mío.
    Tu maravilloso cuerpo
    de exactas proporciones,
    de curvas perfectas,
    de tacto sedoso.
    No recuerdo más que mis labios recorriéndote...

    El mundo se había parado en este instante.
    Salvo nosotros, nadie.

    Solo recuerdo tus maravillosos labios
    buscando los míos hasta fundirse
    en el más profundo beso...

    Y por fin nos encontramos,
    despacio,
    sin prisa.
    Haciendo el amor como nunca.

    Bien sabes cuánto te amaba en ese instante,
    bien sabes cómo me amaste.

    Y luego, las caricias y los besos más tranquilos, 

    como adormecidos.

    Cómo recuerdo el momento
    en que nos abrazamos en silencio,
    como temiendo despertarnos del letargo
    en el que estábamos sumidos.

    Tanto puede amarte, amor mío,
    tanto amor me diste, vida mía
    que jamás podré olvidar ese primer encuentro.

     

    Llegada

    Este parece un buen lugar,
    donde acabar mi viaje,
    en busca de la libertad,
    por todos los paisajes.
    Podría dar un paso más,
    si creyera en una utopía,
    que pudiera estar en otro mar,
    donde el sol se oculte cada día.
    Pero también puedo saltar,
    en dirección a las estrellas,
    las del cielo y las del mar,
    y dejar mi vida en tierra.
    Ahora ya puedo asaltar el cielo,
    y quedarme todo su aire,
    porque no me importa hacer arena mis huesos,
    ni teñir la espuma de las olas con mi sangre.

     

     

    SUEÑO

    ¿Quién convoca a los recuerdos?
    ¿Quién los llama, quién los resucita?

    ¡Ahora que ya había aprendido a olvidar!
    Oscura matemática de hechicero.
    Navegante de desiertos marinos.
    Onda, bruma, relámpago.
    A qué venís ahora....¿decime, a qué?
    Ya te pagué mi diezmo de existencia,
    ¿qué querés de mí ahora??
    ¿Mi futuro decís..?
    No existe futuro en unos ojos vacíos
    ni esperanza, ni rincón mágico,
    donde poder esconderse.
    Sólo soy un sueño...sólo eso.

     

    Vendrás

    Vendrás,
    oportunamente vendrás,
    inoportunamente volverás,
    pacientemente esperaré,
    y fieramente batallaré,
    y tal vez nuevamente
    sucumba felizmente.

     

    Estás

    Si quisiera

    simplemente

    encontrarte,

    decirte, contarte,

    besarte,

    quizás mirarte,

    tocarte,

    hablarte,

    sentirte,

    llegar hasta tí:

    no haría falta sino otra cosa

    que buscarte en mi corazón,

    porque siempre estás allí.

     

    Poesía

    Vengan a ver mi poesía
    no está hecha de material ligero
    aguantará perfectamente el invierno
    y en verano refrescará las mentes y los cuerpos
    Hay poderosas vigas entre cada verso
    hay columnas apuntalando mis palabras
    Y si la lluvia desea entrar
    pondré mis sueños en el techo
    y taparé las goteras con mi propio dolor

     

    Brindis

    La soledad me pide que nos sentemos a la mesa
    y brindemos por toda esta vida juntos.
    Que ya es hora que nos empecemos a tutear
    como viejos compañeros de noches e insomnios.
    No vaya a ser cosa que me visite la muerte

    por estos días
    y que ni siquiera nos hayamos presentado

    como dos caballeros.

     

    Infancia

    Te amo, infancia, te amo
    porque aún me guardas un pueblo con amigos
    una tarde con cielo de barriletes
    y el olor incomparable de la tierra.

     

    Palabras

    La historia
    se confunde
    en la medida
    en que intentamos
    explicarla;
    añadir variantes
    y resultar ilesos.

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