La opinión publicada por el monopolio

UNA CÁMARA DE ESPEJOS DEFORMANTES

El poder de los monopolios mediáticos quiere seguir siendo más importante que los gobiernos elegidos por el pueblo. Para intentar sostener ese privilegio destituyente, cuentan con el apoyo de representantes de partidos políticos que con su actitud no solo demuestran que sus convicciones democráticas son inexistentes y que los partidos que representas hacen de la indignidad y la mendicidad su forma de subsistencia. Entre ellos se destaca Ricardo Gil Lavedra, presidente del Bloque de Diputados de la UCR,  constitucionalista , que curiosamente defiende loas abusos de poder del Grupo Clarín a cambio del blindaje político para él y sus aliados; Macri;  Bullrich; Duhalde, Carrió; Posse; Venegas y lo peor del sindicalismo y la política argentina. No los une el amor, sino el espanto.

 

La opinión pública no es lo mismo que la opinión publicada, la primera se relaciona a los comentarios de la gente en medios informales, es decir, en los cafés, reuniones ocasionales de esquinas, mientras tanto, la segunda se refiere a opiniones de periodistas o “especialistas” en diversos temas que con una visión sesgada,  desde un punto de vista por su pertenencia a un determinado grupo económico que defiende únicamente sus intereses, trata de manipular a sus lectores, oyentes o televidentes. Cuentan para darle mayor verosimilitud a lo “publicado”, con el apoyo de los míseros alcahuetes de la política, que no dudan en bajarse los pantalones y dejar que sus anos sean hollados arbitrariamente. Cambian tujes por protección periodística.

De esta manera, la opinión publicada se ha convertido en una de las fuerzas más importantes de la sociedad actual, porque los medios masivos, gracias a su monopolio periodístico y económico (Cablevisión y sus abusos, por ejemplo) trepanan cerebro y logran que la injusticia sea racional y aquellos que tratan de democratizar la información y hacer cumplir la legislación vigente sean sus enemigos. ¡Vaya a paradoja!

El grupo Clarín y sus socios, con sus tapas plantean un perverso juego de espejos deformantes. La realidad no existe para ellos y los operativos de prensa tendientes a perjudicar al gobierno son permanentes. Saben que el 7 de diciembre deberán entregar su posición dominante de acuerdo a lo dispuesto por la Ley de Medios y van a hacer lo posible para impedirlo. Lo bueno sería que la cabeza de los argentinos se abra y entiendan de una vez por todas cuan perversa es la actitud de Magneto y la clase política subalterna.

El Grupo Clarín es el más grande medio de comunicación de la Republica Argentina, y uno de los más importantes que tiene la lengua hispana. Posee desde el “gran diario argentino”, toda la entraña de Canal 13, pasando por radio Mitre hasta, los cables de todo el país y su propia distribuidora de Internet.
Pero esto no parece ser nuevo, la mayora sabemos el poderío del Grupo Clarín, de la mano de su cara visible Ernestina Herrera de Noble, directora del imperio desde 1963, y su mano derecha, Héctor Magnetto, han puesto como principal objetivo adquirir el negocio de la información en la Argentina.
Lo que comenzó con un simple diario pasó a mutar en un gran monopolio de multimedios que manipulan más del 82 % del manejo de la información en la republica Argentina.
El Grupo Clarín es, en números, el mayor acreedor de la prensa argentina, no solo tiene sus publicaciones y espacios, sino que también por ejemplo, Papel Prensa, lograda en virtud de la complicidad de Magnetto con los asesinos de la dictadura.  
Mientras tanto, Usted es víctima de un monopolio de “desinformación”, en el cual el dinero es más importante que los valores periodísticos...
Hoy si todo no pasa por el “Grupo”, no es noticia en ningún medio. Ellos manipulan que es noticia, que tema es el más importante para desarrollar en la agenda mediática, que es tapa de diarios, que se debe hablar, que se debe opinar, quien es el malo y quien es el bueno.
La libertad de prensa dejo lugar a la ley de la oferta y la demanda, y esto nos perjudica a todos. Si se venía dudando de la moral periodística, hoy está totalmente desvirtuada. Para los mediocres y alcahuetes políticos no estás en el “Grupo”, no existís.
El dinero compra la verdad, y si esto es así, la verdad tiene un precio. Es decir, usted se informa de lo que a este monopolio le parece “verdadero”, y en su “verdad” usted debe creer. No hay otra cara de la noticia, no hay otra realidad, solo la que para su bolsillo es positiva.
Pero existe gente que no está en este embrollo, gente que aun cree que la verdad es otra y que la realidad no es parte del negocio. Así que todo lo que ve en la caja boba, todo lo que es tapa del “gran diario argentino” no es la única verdad, tómelo con pinzas, lea entre líneas.
Nosotros desde este humilde espacio seguiremos luchando para que la realidad y la verdad siga siendo un libre reflejo de lo que uno vive. Porque creemos en la libertad de prensa y no nos dejaremos tentar por unos billetes a traicionar nuestro compromiso con la verdad y la moral periodística. No le vendemos el alma a nadie, solo queremos que usted vea que existen otras noticias, que no aparecen en todas las tapas de los diarios, pero golpean a la sociedad y nadie hace oídos de ello.
No somos nadie para decir que deben leer o escuchar, pero sepa que cuando es “noticia” en los medio, a veces tiene otro tinte, que no es el de informar, sino el de facturar.
Este repaso, empero, da pie a una reflexión acerca de la labor del periodista actual. Resulta importante ubicar la importancia de la actividad de prensa en cuanto a su labor social. En un mundo de globalización, movimiento histórico que no podemos evadir, la opinión publicada es fundamental para nuestra sociedad, y a sabiendas de esa importancia, debemos entender, los que tenemos el placer y el honor de opinar en órganos periodísticos, como el que usted está leyendo ahora, que esa importancia radica precisamente en opinar de forma objetiva, aun partiendo de una posición militante definida. Pero, previamente aclarada.

Por eso defendemos a  la prensa independiente, que puede ser militante por convicción y en defensa de los valores democráticos y la libertad de informar. Es aquella que sin mayores trabas que los límites mismos del periodista, y los recursos exiguos económicos con los que cuenta, ha dedicado sus esfuerzos a informar, opinar, cuestionar y a dar cuenta del desarrollo continuo de la sociedad. Ya sea mensual, quincenal, semanal o de aparición diaria, la prensa de este tipo se ha convertido en el medio más cercano a la gente. Es una batalla desigual, claro. Pero es la honda de David contra el gigante Goliat.

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