Una opinión del Dire
LOS MEDIOS DEL PODER O EL PODER DE LOS MEDIOS

¿Qué quieres ser cuando seas grande?
Pregunto el tirano a su hijo.
- Cuando yo sea grande quiero ser lo que es usted. – contestó.
Entonces el general mandó matar inmediatamente a su hijo, porque sabía que si lo dejaba crecer, el muchacho lo asesinaría para tomar el poder.

La lucha por el Poder, muchas veces no reconoce límites. El ser humano, tremendamente limitado en sus concepciones políticas, cree mayoritariamente que el Poder es útil en si mismo. Por eso, la mayoría de las veces, no cuestiona los métodos utilizados para obtenerlo. Y los medios de difusión ayudan


Las relaciones peligrosas de amor-odio entre los Gobiernos, oposición y los medios de comunicación incitan, como todo lo que tiene con ver con quienes respaldan y con quienes se oponen a quien detenta el Poder Político, a fijar posiciones radicales que en nada resuelven el asunto de fondo: la lucha por el control de la información, en la que paradójicamente el tercero en discordia- el ciudadano- no tiene ningún poder de modificar absolutamente nada.
Si de extremos se trata, cualquiera que haya laborado para un medio de comunicación y a la vez haya tenido contacto directo con la política, en lo único que podría creer es en sí mismo. Para quienes no hayan tenido tal fortuna, vale una sugerencia que no es nueva ni original y ha permitido que el mundo avance: entrenarse en la duda sistemática.
De esta manera, en la Argentina de hoy, hay que dudar tanto de la intencionalidad de la oposición, como de los medios de comunicación. Ambos sectores mantienen intereses particulares coincidentes y tratan de quebrar al gobierno de todas maneras, para ser ellos los que manejen el poder, pero, fieles a su historia, el poder omnímodo. La única diferencia entre la confrontación que permanentemente plantean los medios al actual del Gobierno y las ocurridas en otros quinquenios, es que ahora por lo menos el asunto es público. Por lo que si de un lado hay manipulación y del otro lado intimidación y chantaje, todo queda visible. Y queda también en claro que los patrones han terminado con el periodismo. Salvo, claro está, en los enclaves de la resistencia mediática. Que por suerte para la democracia y la pluralidad informativa, todavía existen.
Es conocido que, durante un buen período, la opinión pública premió a los MCS con los primeros lugares de confianza. Tales niveles y la escasa credibilidad en los partidos, poder legislativo, judicial y otras instituciones, potenciaron el papel de actores políticos de los medios, del cual pocos se han podido despegar.
Si un medio es manipulado por sus editores para perjudicar a una parcialidad política- cualquiera que esta sea- los afectados tienen derecho al reclamo y a un trato justo. Si una parcialidad política, por ejemplo la oposición, intenta manejar la política editorial y la línea informativa de un medio para sus propios fines, entonces y perdonen la palabrota, maldito sea el editor que permita tal atrocidad.
Es más factible que quien detenta el poder económico manipule, tergiverse y afecte el devenir de una sociedad a través de los medios y que estos, a pesar de toda su influencia no logren fácilmente sus objetivos aunque haya quienes piensan lo contrario. Si esto último pasa no será únicamente por los manejos del medio sino seguramente por los desaciertos del Gobernante a la hora de gestionar y comunicar. Néstor Kirchner dijo en un acto en la CGT que “en estos tiempos se da la característica que la primera fuerza de oposición es la concentración mediática cuya columna vertebral es el diario Clarín y cuyo mentor ideológico es el señor Magneto" y agregó: “En la Argentina hay una máquina de impedir que quiere truncar el proceso de transformación y cambio que llevamos adelante desde el gobierno nacional". Y esto es cierto. Solo basta leer y oír a “prestigiosos periodistas independientes” decir barbaridades, entrevistar a impresentables dirigentes de la oposición, sin que se les mueva un músculo de la cara. y lo pero es que son tan corruptos, que seguramente, con una mano en el bolsillo, se miran al espejo y sonríen. Y la manipulación mediática del manipulador Clarín sigue de manera descarnada.
Para un oído entrenado, es muy claro que están leyendo un guión. Y son los mismos actores los que llaman a otra radio y a otra... Los defensores de los privilegios están organizados. Los militantes del campo popular, aún no.
Quizás suene extremista la posición, pero tan responsable es un editor, los periodistas, la oposición, como el ciudadano desprevenido que cree ciegamente en lo que lee, oye y ve a través de los medios, provenga de donde provenga. Vale decir que quien no ejerce la ciudadanía se le atrofian los músculos para mover su destino. Y eso, en los momentos que se viven en este país en crecimiento, con todas las libertades funcionando a pleno, pero jaqueado por terroristas de la información y el poder, es hacerle el juego a los jodidos de siempre. A aquellos que se han apropiado de la riqueza de la Argentina, y que no quieren perder ningún privilegio. Por que parte de esta lucha mediática tiene que ver con eso. Medios y oposición se juntan para quedarse con al torta. Y claro está, terminar con el justo proceso de redistribución de la riqueza que el Gobierno Nacional está llevando a cabo a pesar de la tremenda e impensada crisis que se desató con la pandemia. Pandemia, dije, no cuarentena.

 
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